- Pensar dos o más estrategias para lograr el objetivo. Muchas veces uno puede evaluar alternativas para asegurarse de elegir el camino más apropiado.
- Tomar un descanso antes de actuar, incluso una hora o dos le da a la mente la oportunidad de reflexionar y evitar decisiones apresuradas.
- Visualizar las acciones y objetivos que se desean alcanzar. Y preguntarse ¿Hay algo que falta? ¿Esto te lleva hacia tu meta o resultado?
- Analizar:
- ¿Por qué estamos haciendo esto y no lo contrario?
- ¿Cómo se relaciona esto con nuestra misión y propósito como negocio?
- Si decidimos no hacer esto, ¿qué pasaría?
- ¿Hay alguna consecuencia imprevista de hacer esto que debamos considerar?
- ¿Hay alguna otra forma en que podamos hacerlo?
¿Tu equipo y tú realizan juntas de 30 minutos por las mañanas para planear el día?